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miércoles, 11 de febrero de 2015

La vuelta al mundo en 80 días.

Todo empieza en Londres con Phileas Fogg, un hombre introvertido, enigmático, rubio y de alta estatura dentro de la alta sociedad británica. Nunca pisaba los establecimientos de la City londinense, solo se sabía que pertenecía al REFORM CLUB. Un hombre rico del cual no se conocía de dónde venía su fortuna, que siempre tomaba el camino más corto y que sabía mucho sobre todo el mundo. Sin familia, vivía con su criado, al cual despidió, en una casa en Sawille Row, que no era muy lujosa. Contrató a un nuevo criado, Jean Passepartout, un parisino que se había dedicado a diversos trabajos y que venía recomendado.
El día en que Jean Passepartout llegó a la casa del Sr. Fogg, este  se dirigió a su tradicional partida de whist, en el Reform Club. Allí, en medio de una discusión, el Sr. Fogg apostó 20000 libras a que era capaz de dar la vuelta al mundo en 80 días contra 4000 libras del Sr. Andrew Stewart, que decía que no. Al terminar la partida, el Sr. Fogg le comunicó a su criado sus intenciones, prepararon la maleta y se fueron.
 Poco después, su marcha provocó un gran revuelo en su país, empezó a cotizar en bolsa, los periódicos se ponían en su contra en gran mayoría y fue acusado del robo del ‘Banco de Inglaterra’ por parte del Sr. Fix (detective).


 El Sr. Fix se encontraba en Suez esperando al barco ‘Mongolia’, donde tenía el presentimiento de que se encontraba el ladrón. Envió a comisaría a un criado y a su amo porque le parecía que eran sospechosos. Estos visaron sus pasaportes y Jean Passepartout (el criado) fue interrogado sutilmente, por el Sr. Fix, cuando  se dirigía a comprar ropa.
El viaje de Suez a Bombay transcurrió en 2 días menos de los pensados, como costumbre visaron el pasaporte. Passepartout cuando realizaba unas compras entró en el templo Malebar, entró con zapatos, algo prohibido en ese templo. El resultado fue quedarse sin zapatos ni las compras realizadas.
El siguiente trayecto fue entre Bombay y Calcuta. Fue tranquilo, hasta que cerca de la estación de Rothal, la vía del tren se acabó. El Sr. Fogg, el Sr. Passepartout y el brigadier Comarty decidieron comprar un elefante para llegar a Calcuta. El camino en elefante fue tranquilo, hasta que se decidieron a salvar a una joven que iba a ser quemada junto a su difunto marido. Después de esta hazaña, llegaron a Allahabad y tomaron el ferrocarril hasta Calcuta. Al llegar a la ciudad ya nombrada, fueron detenidos y llevados a juicio por el incidente en el Templo Malebar, la pena fue pagar 3000 libras para salir absueltos. Al terminar el juicio fueron a coger el barco Rangoon.
El trayecto en el barco Rangoon se retrasó 1 día. Pero el Sr. Fogg tuvo suerte al saber que el barco Carnatic, que les llevaría hasta Shanghái, no saldría hasta el siguiente día por unas reparaciones en la caldera. La Srta. Aura, la joven a la que salvaron de ser quemada, tuvo que seguir la marcha junto a ellos, dado que el pariente que tenía en Hong Kong se había mudado. Pero el Sr. Fix drogó a Passepartout, lo que hizo imposible que el Sr. Fogg supiera que el barco zarpaba ese mismo día. Al llegar al puerto decidieron alquilar una goleta que les llevaría a Shanghái, donde hacía escala el barco Carnatic.
El trayecto estuvo marcado por un tifón del sur. Pero al llegar a Shanghái observaron que el barco había zarpado e hicieron señales para que los recogiera. El barco los recogió y siguieron la travesía hasta Yokohama en el Carnatic, al llegar a su destino se enteraron de que el Passepartout llegó 1 día antes. Este último para poder sobrevivir entró en el circo.
El barco General Grant les llevó hasta San Francisco. Fue un viaje rápido y sin contratiempos. El  Sr. Fix, que se encontraba en el barco, estaba muy frustrado porque no podía detener al Sr. Fogg. Ante esta situación se decidió a no poner obstáculos, hasta llegar a Inglaterra.
Al llegar a San Francisco, cuando estaban dando una vuelta por la ciudad, se encontraron en una revuelta de la que salieron mal parados. Poco tiempo después se encontraban en un ferrocarril atravesando los E.E.U.U. Tuvieron un incidente con búfalos, donde tuvieron que pararse. Durante el viaje tuvieron la oportunidad de conocer la religión mormona, su origen y la principal ciudad de la religión: Salt Lake City. En el trayecto Passepartout acudió a un meeting mormón. Otra curiosidad del viaje, fue cuando de repente el Sr. Fogg se encontró con un hombre con el que discutió en la revuelta. Cuando se iban a batir en duelo, el tren fue asediado por unos forajidos. Los forajidos secuestraron a Passepartout y a dos personas más. El Sr. Fogg decidió coger algunos soldados y salvarlos, pero a causa de eso perdió el tren. Para evitar perder más tiempo, decidió contratar un trineo de vela para poder llegar a tiempo al barco que les llevaría a Reino Unido. Al llegar a N.Y el barco ya había partido.
El Sr. Fogg alquila un buque de mercancías con rumbo a Burdeos, pero “secuestra” el barco y cambia su dirección hacia Reino Unido. Para poder continuar con las máquinas a todo vapor, decide comprar el barco y quemar las partes de madera. Al llegar a la costa de Inglaterra escoge tomar la ruta de las cartas llegadas desde E.E.U.U, que le haría ganar 12 horas. Pero el Sr. Fix hizo valer su orden de arresto y detuvo al Sr. Fogg.
Al encontrarse en el calabozo, el Sr. Fogg sabía que había perdido la apuesta, dado que no podía llegar al tren que le llevaría hasta Londres. Pero para su sorpresa el Sr. Fix se había equivocado. El ladrón verdadero había sido detenido 3 días antes. Cuando salió del calabozo se dirigió a su casa. Era la ruina para él, dado que había perdido su fortuna. Pero la Srta. Auda le pidió matrimonio, lógicamente el Sr. Fogg aceptó. Al día siguiente Passepartout se encontraba en la Iglesia, cuando se dio cuenta de que la apuesta vencía ese día. Avisó al Sr. Fogg y ganaron la apuesta por… ¡3 segundos! Poco tiempo después el Sr. Fogg se casó con la bella Srta. Auda. Ella era lo que había ganado con ese viaje. La felicidad eterna.

 Mario de la Fuente.