Es la nueva
esperanza en la lucha contra el cáncer. Se llama terapia por hadrones y permite
tratar los tumores con partículas subatómicas, más eficaces y con menos efectos
secundarios que la radioterapia 'tradicional'. El problema es que para
generarlas hay que construir un costoso acelerador.
El
paciente entra por su propio pie, se tumba en una camilla y un médico le ajusta
un dispositivo que hace que el cuerpo permanezca inmóvil durante los dos
minutos que dura el tratamiento. Se
levanta y en un momento está de nuevo en la calle.
60000 KILÓMETROS POR SEGUNDO
Pese a las
indudables ventajas de estos procedimientos, son todavía poco conocidos debido
principalmente a los elevados costes que exigen unas complejas instalaciones
que son, una reconstrucción a escala del célebre colisionador de hadrones que
gestiona el CERN. Hoy hay apenas seis centros en el mundo capaces de aplicar el
tratamiento con iones de carbono, más pesados y más potentes que los protones.
Uno de ellos está en Heidelberg (Alemania), otro en Pavía, al norte de Italia.
Está previsto que el año que viene empiece a funcionar otro en Austria. Han
sido necesarios 200 millones de euros para construir el centro italiano.
EN UN BÚNKER AISLADO
El
sincrotrón se encuentra en un búnker de 1600 metros cuadrados, aislado por
muros de cemento armado con un espesor que oscila entre los dos y los seis
metros. Tiene un elevado consumo, pero no se detiene nunca, a excepción de una breve parada
trimestral de apenas 24 horas para garantizar su correcto mantenimiento.
Dado
que la precisión a la hora de recibir el haz de hadrones es fundamental para
garantizar que su poder destructivo se dirija solo a un objetivo, un sistema
computarizado tiene en cuenta el ritmo respiratorio para emitir el haz de
hadrones solo en el momento justo para alcanzar el tumor.
TERAPIA EN EXPANSIÓN
El
tratamiento por protones es algo menos potente que la versión que emplea iones
de carbono, y por ello está especialmente indicado para tratamientos de
oncología infantil. La esperanza ahora es que el elevado coste del tratamiento
por haces de protones y, sobre todo, de iones de carbono se vaya reduciendo a
medida que la terapia se extienda. No pretende ser un sustituto para la terapia
por rayos X, pero sí garantiza el éxito en algunos casos en los que los fotones
no son efectivos, además con menos efectos secundarios.
DÓNDE
ES MÁS EFICAZ
·
Cerebro:
al no dañar tejidos sanos, esta terapia es especialmente adecuada para el
cerebro.
·
Cráneo: esta terapia es ya el
tratamiento estándar para tumores de cráneo y de la columna.
·
Ojos: el melanoma uveal es poco
proclive a las metástasis.
·
Nariz: los tumores de los senos
paranasales suelen hallarse en estado
avanzado. Solo los hadrones serían eficaces en ese estadio.
·
Linfomas: está indicado para jóvenes con
linfomas, proclives a desarrollar otros cánceres al tratarse con rayos X.
·
Hígado: sus tumores a menudo desarrollan resistencia a la radioterapia convencional.
·
Páncreas: la terapia por protones
ayuda a controlar su expansión tras la
cirugía.
·
Próstata: los iones de carbono muestran
buenos resultados.
Paula Lázaro
