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miércoles, 17 de diciembre de 2014

El secuestro en un café de Sídney deja tres muertos.

   Los fallecidos son el secuestrador y dos rehenes de 34 y 38 años, además cuatro personas han resultado heridas.
      El secuestrador, con 50 años de edad,  era Man Haron Monis, un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, que obtuvo el título de jeque Haron. Pertenece  a la línea dura y con antecedentes por la implicación en la muerte de su exmujer. También ha protagonizado numerosas protestas en Australia contra la intervención militar en Afganistán, según la Policía.
   Las otras dos víctimas eran dos de los 17  rehenes, una mujer de 38 años y un varón de 34, y de acuerdo al informe policial, fueron declarados muertos tras ingresar en un hospital. Los heridos son tres mujeres, una de ellas con herida de bala, y un agente policial, atendidos en hospitales de la zona.
   Haron entró el lunes por la mañana en el local Lindt Chocolate Cafe, en la zona financiera Martin Place del  centro de Sídney, y secuestró al personal y clientes. Primero obligó a dos mujeres a sujetar  una bandera que decía: "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es su profeta", la declaración de fe musulmana.

   Los cuerpos de seguridad se decidieron a intervenir después de cerca de 17 horas de secuestro, en la madrugada australiana. Tras saber del secuestro, la Policía acordonó la zona, evacuó edificios y estableció contacto con el secuestrador que reclamó hablar con el primer ministro, Tony Abbott, y que le entregasen una bandera del Estado Islámico (EI). El primer ministro australiano calificó el secuestro de un acto con "motivaciones políticas" y se reunió dos veces con el Comité de Seguridad Nacional.
    Desde el exterior se vio gran actividad de agentes y se oyeron varias ráfagas de disparos, que iluminaron el interior del café, y alguna explosión. Ambulancias con personal sanitario y vehículos de bomberos se situaron en las inmediaciones para atender a los heridos.
   Andrew Scipione, de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, declaró esta madrugada  en Sídney que la situación llegó a un punto en el que hubo que tomar una decisión y subrayó que la operación policial llevada a cabo logró "salvar muchas vidas". También, "En las últimas 24 horas, Sídney ha sido sacudida por una tragedia que nadie pudo imaginar", admitió el jefe del Gobierno de Nueva Gales del Sur, Mike Baird.
   Las autoridades australianas se tendrán que plantear medidas de seguridad por este suceso, ocurrido pese a haber endurecido los dispositivos en los últimos meses ante la amenaza yihadista, tras unirse a la coalición internacional del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, contra el eI.
Carla  Peños