
El proceso es sencillo: el córtex prefrontal es la parte del cerebro que
recibe los estímulos y reacciona ante ellos. Este puede mantener la
concentración durante periodos de tiempo largos, pero esto puede verse
interrumpido. El sistema límbico participa en el control de los procesos
conductuales e intelectuales. Al recibir los estímulos, el cerebro genera
sustancias como la dopamina, esta tiene un efecto gratificante sobre nosotros,
provocando la distracción.
Pablo Álvarez