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Preguntas
así tienen sus respuestas. Sabemos que a medida que pasa el tiempo los
adolescentes empiezan a quedar con sus amigos en edades más tempranas. Estos chicos salen a la calle con
mucha ilusión y ganas sin saber los peligros que pueden encontrar. Son chicos inocentes y los
padres quienes son los más indicados para avisar a sus hijos por su experiencia
deben hacer saber a sus hijos y concienciarlos que la calle no es mundo de luz
y color, todo el mundo no tiene el sentido de la bondad y los niños se confían
demasiado a la hora de conocer gente.
En
ciudades grandes como Madrid o Barcelona los niños deben estar más limitados ya
que pueden se encuentran en ciudades grandes con una gran diversidad de gente.
Pero en ciudades pequeñas como Teruel o Zamora también es difícil la
convivencia porque al haber poca gente se suele conocer todo el mundo y las
vidas pasan a ser públicas.
Un
padre debe conocer las amistades de su hijo aunque él quiera intimidad, el padre
debe hacerlo por el bien de su hijo.
La
hora de llegada de un hijo se debe establecer al empezar a salir y la
ampliación de esta debe ganársela el adolescente llegando puntual a casa y a
las horas previstas.
Es
muy importante conocer la vida social de un hijo porque de no conocerla los
hijos pueden mentir a sus padres y vienen las consecuencias.
Por
ejemplo una noticia reciente contaba la muerte de dos niñas atropelladas cuando
volvían de una fiesta. Estas chicas mintieron a sus padres contándoles que iban
con sus amigos a dar una vuelta y en realidad fueron a una fiesta de un pueblo
cercano y al regresar sucedió el desenlace fatal.