

Este año, España llevaba al concurso Amanecer, una obra potente, exótica y magnífica, interpretada por la bellísima Edurne. La canción era una balada romántica con un acompañamiento operístico estupendo, y complementada por una gran coreografía del bailarín italiano Giuseppe di Bella, con el cual la cantante madrileña bailaba una pieza sorprendente llena de filigranas que desafiaban las leyes de la gravedad. Además, la artista vistió un conjunto totalmente inédito, con una gran cola roja, que en cierto momento de la actuación se quitó para mostrar otro vestido dorado con trasparencias que captó la atención de los Eurofans.
Sin embargo, Edurne
se pasó toda la semana de entrevista en entrevista para mostrarse al público
europeo, intentando convencer a todos los Eurofans de que votasen su tema. No
obstante, aunque no era una de las favoritas, la canción española gozaba de
gran apoyo entre la mayoría de los sectores del concurso y, aunque el jurado
profesional le estimó un 25º lugar, las encuestas de todos los periódicos,
nacionales e internacionales, le auguraban un 10º puesto, sobre todo debido a
la impetuosidad de la canción y la tremenda puesta en escena.
Además, los dos ensayos que realizó la matritense resultaron espectaculares. La voz angelical de Edurne y la tremenda coreografía, algo que en los últimos años se nos había atragantado demasiado, causaron furor entre los presentes, e incluso las ex concursantes españolas Rosa López, Ruth Lorenzo y Pastora Soler alabaron la obra y se mostraron muy positivas con el cómputo de la actuación.
Pero, por fin,
la gran velada tan esperada por los Eurofans había llegado. Este año el
concurso iba a parar a Viena, al Wiener Stadthalle, en el que más de 200
millones de fans de Europa y Australia, que participaba este año como país
invitado, estaban fijándose. No obstante, tendríamos que esperar para ver a
Edurne, la cual salía en el puesto 21. En esta edición, destacó el tremendo
repertorio de dúos chico-chica, así como un intento más que palpable de los
artistas de alejarse de los estilos de aire clásico a favor de unos estilos de
carácter pop y soul, aunque, como en todo, también hubo algunas excepciones,
como el joven trío italiano Il Volo,
formado por 2 tenores y un barítono, con la Canción Grande Amore, que conservaba un total estilo clásico operístico.
Por un lado,
hubo canciones muy variopintas, algunas muy bailables y con cierto aire histórico:
Still in love with you, de
Inglaterra, que recuerda a las obras del siglo pasado, N´oubliez pas, de Francia, que conmemora el centenario de la Primera
Guerra Mundial…, más portentosas y emotivas: Heroes, de la ganadora Suecia, que relata los problemas del
cantante para hacer amigos en su infancia; Tonight
Again, de Australia, que explica la sensación del artista al ver Eurovisión…,
otras con un contenido de superación: In
the name of Love, de Polonia, cuya intérprete estaba en silla de ruedas
tras haber sufrido en 2006 un grave accidente que le quedó parapléjica, aunque
supo sobreponerse a la situación y alcanzar su sueño, volver a cantar.
Tras todas
estas interpretaciones y otras muchas más, los Eurofans tenían que votar sus canciones favoritas, y en España se
esperaba, al menos, poder igualar el 9º puesto que cosechó el año pasado
nuestra magnífica Ruth Lorenzo. No obstante, las votaciones no estuvieron
exentas de problemas, porque hasta en tres ocasiones se perdió la conexión con
Portugal, Estonia y Georgia, aunque al final todo discurrió con normalidad.
Aquí están las
puntuaciones de España:
- Montenegro:
2 - Francia: 5
- Portugal: 3 - Israel: 1
- Moldavia: 1 - Rusia: 1
- Azerbaiyán:
1
- Suiza: 1

La verdad, las votaciones fueron nefastas, tanto, que nuestro registro de puntuación se quedó en un cuarto del total del año pasado, es decir, 15 puntos, que nos colocaron en una injusta vigésimo primera plaza, algo nada realista, en mi opinión, con el tema, la cantante y la puesta en escena que España presentó. No obstante, nadie sabe cuál es la fórmula mágica para ganar Eurovisión, y este año los pronósticos se cumplieron a raja tabla, porque se sospechaba que Suecia, Rusia, Italia, Bélgica y Australia podían ser las que se disputasen el micrófono de cristal, y así fue, aunque solo podía haber un ganador, y ese fue Mans Zamerlöw con su tema Heroes, que consiguió 365 puntos a pesar de los rumores que sostenían que esta obra no era más que un plagio de Lovers in the sun, de David Guetta. Fuera de polémicas, creo que esta era una canción magnífica, con un tema muy realista y pegadizo, incluso juvenil, que tenía una puesta en escena, que, para mi gusto, fue la mejor del concurso. En definitiva, un ganador merecido y una pena el que nuestra Edurne no haya podido llegar mucho más alto con el gran tema que es Amanecer.
Mario
de la Fuente.