Durante el
último año, la moneda rusa ha experimentado una caída desenfrenada que se cifra
en el 60 por ciento de su valor, rompiendo así la típica barrera de los 100
rublos por euro.
La razón por la
que la moneda está devaluándose es, principalmente, la caída del precio del
barril de bren, que ahora se encuentra a 58,65 dólares. El petróleo es el motor
económico de Rusia y, por tanto, cualquier alteración que sufra su valor afecta
directamente a la economía rusa. No obstante, los economistas están convencidos
de que cuando el precio del petróleo se normalice y vuelva a sus cotas
habituales, el rublo se recuperará de su enorme pérdida.
En segundo
lugar, las medidas tomadas por el banco central ruso se pueden definir como
agresivas pero necesarias. La principal medida de la organización rusa es subir
los tipos de interés de manera drástica, pasando de un 10,5 por ciento a un 17
por ciento, medida que parece muy agresiva, pero que en realidad ya ha sido
llevada cabo anteriormente, aunque los resultados no fuesen tan buenos como se
esperaban.
Además, los
productos que se exportan del extranjero han sufrido una revalorización
ascendente, que hace que se conviertan en inaccesibles para determinadas capas
sociales. Sin embargo, los productos hechos en el propio país están rebajando
su valor de compra, por lo que las masas sociales se agolpan en las tiendas
para adquirirlos ante una temida subida de precios.
Mario de la Fuente.